miércoles, 14 de diciembre de 2016

Preciosa muñeca AM 1330

El reconocido Armand Marseille, instaló su fábrica de muñecas y cabezas de porcelana en Köppelsdorf, Turingia, Alemania, hacia fines del siglo XIX, y continuó produciendo cabezas de biscuit hasta la década del 50´. Después de su fallecimiento, la empresa estuvo a cargo de la familia, continuando la producción. Finalizada la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de Alemania del Este, fabricó cabezas y muñecas con los moldes originales del autor, aunque ya no en porcelana sino en material de composición.


Al último período corresponde esta muñeca (el catálogo de la época la describe como bebé de carácter), marcada AM Köppelsdorf, 1330, en la nuca. Es de composición, con cinco articulaciones. La peluca es de mohair y los ojos de vidrio son durmientes. Toda ella es original (excepto los zapatos).


Es una muñeca alemana muy bella!

jueves, 1 de diciembre de 2016

Las adorables muñecas de trapo (Parte II)

En los finales de la década del 60´ y en los años bien setenteros, dos estilos de muñecas de paño atrapan el corazón de niños y niñas y comparten sus juegos.
¡Patas largas y peponas!
Hechas de telas y con rellenos blandos, eran fáciles de llevar y abrazar, como livianas y coloridas compañeras de aventuras!
Las muñecas "patas largas", delgadas y algo chatas, muestran cierta desproporción en el largo de los brazos y, sobre todo, de las piernas... que son larguísimas.
Las "peponas", más tardías en las fechas, son algo regordetas y más proporcionadas en cuerpo, brazos y piernas, con cabezas... muy grandes.
Ambas son muy simpáticas y divertidas!



Los económicos muñecas y bebés de SANZ Hnos. (Juguetes Baltasar)

Muñecas niñas, Sanz, en su estado original
Sanz Hnos. es una empresa juguetera que inicia sus actividades en el año 1955. 
La fábrica utiliza el flexiplast y produce juguetes con la técnica de plástico soplado, lo que los hace maleables, irrompibles, livianos y, sobre todo, muy económicos.
La distribución de estos juguetes, con la afamada marca Baltasar, es comercialmente masiva.
El bajo costo y la enorme cantidad de modelos resulta en que casi todos los niños y niñas de las décadas entre los años 50' y 70´, tienen en casa un juguete Baltasar para jugar y disfrutar.
1964, Publicidad Revista Billiken
Con sus terminaciones algo rústicas (incluyendo rebordes de material plástico), desnudos o vestidos en forma sencilla y con telas de calidad media, son muñecas y bebés de aspecto adorable.


Quintillizas Sanz

Niño Sanz, en su estado original