sábado, 28 de febrero de 2015

Brillantitos: el álbum de figuritas en la memoria de la infancia (parte 1)

Coleccionar figuritas es una actividad relacionada con la infancia, presente en las “figus” que tienen hoy los chicos y en las horas pasadas, “jugando a las figuritas” en la propia y lejana niñez.
Los recuerdos son gratos a la memoria (para quienes las palabras “cara y ceca”, “late y nola”, “pilón de repes”, “te la cambio”, “la difícil” y “album lleno” suenan familiares) y cargan de afectividad esta posibilidad de pensar la actividad como proyecto adulto, apreciando el coleccionismo, como actividad de goce del tiempo libre e invitan a recopilar relatos y anécdotas, que tienen en común el mismo país y el mismo afecto entrañable por las figuritas de colección.
Las primeras estampas, impresiones con relieve, muestran imágenes de animales, trajes típicos del mundo, religiosas, escenas de cuentos tradicionales y relatos populares. Los diseños impresos de imágenes victorianas troqueladas llegan al país desde Europa.
Figuritas alemanas, inglesas y más tarde españolas, impregnan de colores vivos el mundo de imágenes para las niñas que las atesoran generalmente en cajas y más tarde en cuadernos de recortes.

Figuritas de Cristina M.

Figuritas troqueladas de Patricia B.

Cromos de Patricia B.

Hacia mediados del siglo XX comienzan a circular las figuritas con brillantes, pequeñas maravillas visuales para conservar, cambiar y jugar. Agrupadas en planchitas, una impresión de troquelado que las unía con pequeñas tiritas de papel que se cortaban para separar individualmente las figuritas.

Plancha de figuritas con brillantes

A esta actividad eminentemente femenina se suman los varones cuando aparecen en el mercado las redonditas de fútbol, deportivas e imágenes de superhéroes ampliando el gusto por las figuritas a toda la infancia.
Los álbumes surgen como elemento donde las figuritas, que ya entonces se vendían en sobres, podían pegarse hasta completarlo, sumando al juego el interés por las más difíciles.

1964 Caperucita Roja

Página álbum Caperucita Roja

Sobre figuritas Caperucita roja


Desde entonces y hasta hoy, las figuritas permanecen y se renuevan, satisfaciendo los intereses lúdicos de niños y niñas argentinos que las atesoran con un entusiasmo que no cambia.

Éstos son algunos de los álbumes que atesoro:

1965

1968

1970
 
1975

1979

1981

1981

1984

1985

1985

1988

1989

1990

1990
Y vos, ¿cuáles coleccionaste?

viernes, 20 de febrero de 2015

De la A a la Z: casi todos los objetos pueden ser coleccionables

La elección del tema de la colección define el propósito de la actividad a la vez que incluye el objetivo de nuestra búsqueda. Se relaciona con el interés sobre aquéllo que nos resulta atractivo y que valoramos.
La variedad es muy grande: casi todos los objetos pueden ser coleccionables, si entendemos que tres o más elementos, similares o vinculados, son una colección. Agruparlos otorgándoles sentido da categoría al conjunto.
Podemos hacer una posible clasificación, sólo a modo de ejemplo, desde distintos enfoques: 

 - Coleccionismo clásico: las colecciones más tradicionales 
                 - Filatelia
                 - Numismática
                 - Bibliofilia
 - Coleccionismo ¿oneroso o económico?:
          - Las colecciones de lujo:
                 - Arte
                 - Automóviles, motocicletas
                 - Platería, joyería
                 - Porcelana, cristal
          - Las colecciones económicas (de alto valor para el coleccionista):
                 - Botellas
                 - Latas
                 - Tarjetas postales
                 - Papel de carta
 - Coleccionismo contemporáneo, a la moda o esporádico:
                 - Tarjetas telefónicas, boletos de transporte
                 - Cajas de fósforos, marquillas de cigarrillos
                 - Programas de cine y otros espectáculos
                 - Artículos relacionados con eventos o encuentros deportivos.
 - Coleccionismo del Mundo
                 - Postales, escudos, banderines, prendedores, pines
                 - Cucharas, platos y platillos, vasos, tazas y copas
                 - Muñecos con trajes típicos
                         - Dedales, cajitas, huevos, abanicos
                 - Ceniceros, pipas, habanos y cigarros, encendedores
                 - Pañuelos y pañoletas
                 - Señaladores, lápices y lapiceras
 - Colecciones de objetos asociados a una marca 
 - Colecciones de objetos promocionales
 - Colecciones vinculadas al cine, video y televisión
 - Colecciones asociadas a la música: artistas, bandas, estilo o género                              musical, instrumentos musicales, discografía 
 - Colecciones de objetos asociados a profesiones u ocupaciones:
                 - Medicina, farmacia
                 - Arquitectura, carpintería, mecánica
                 - Moda y sastrería
                 - Navegación
                 - Periodismo
                 - Fotografía
                 - Educación
 - Colecciones vinculadas a la infancia:
                 - Juegos y juguetes
                 - Objetos escolares
                 - Álbum de figuritas
                 - Biblioteca

Todas ellas son posibles y sólo es una muestra de muchas más...

Estas son mis preferidas, de las que tengo más elementos (organizados, aunque todavía ¡sin catalogar!):

 - Discos de vinilo
 - Perfumes y perfumeros
 - Objetos de hotelería (atención al huésped)
 - Objetos asociados a la cocina: recetarios, menúes, y otros
 - Programas de cine, teatro, eventos y espectáculos
 - Objetos que acompañan productos de consumo de marcas líderes: Coca-
   Cola, Pepsi-Cola, Kellog´s, Nestlé, Pepsico, Fargo, Bimbo, Eveready
 - Antiguas joyas de fantasía; sombreros vintage.

Y estas otras, ¡mis favoritas! Ya identificadas, rotuladas e incluídas en su  propio catálogo:

 - Biblioteca infantil y juvenil. Hemeroteca.


Primera página de El centavo perdido, libro de Cristina M.

 - Libro escolar, niveles inicial y primario


Mercante, Víctor, Leo. A. Kapelusz. Buenos Aires, 1920

 - Figuritas y cromos


Planchitas de figuritas con brillantes

 - Álbumes de Figuritas Argentinas


Portada Catálogo Figuritas Argentinas

 - Juegos y juguetes


Juego de Ingenio El Mago Chan

 - Muñecas Argentinas


Nenas Pielángeli

 - Osos de peluche


Osos vestidos en tricot

 - McDonalds, Cajita Feliz, 25 años en la Argentina (1986 - 2011) 


Portada Catálogo

 - Kinder, huevo con sorpresa, ediciones argentinas.


Página Catálogo Kinder Argentina (K 2006, S)

 - Jack, chocolatín con sorpresa (Felfort)


Colección 1980-1981, publicidad Revista Billiken

 - Juegos de té mini, en loza o porcelana.
 - Disneyanna. Además: Disney Press-coins y Disney Park Series Collector          Packs

Y, a modo de préstamo, continúo con la guarda (y ¡claro que añadiendo objetos!) de las colecciones de mis hijos: Playmobil, Lego, Micromachine, Polly Pocket, Mighty Max, Pin y Pon, Barbie y Frutillitas.

jueves, 19 de febrero de 2015

Coleccionismo o cómo convertir un montón de cosas en una colección

En nuestra búsqueda, encontramos objetos que, a veces, es necesario develar bajo capas de tiempo y de olvido.
En un revoltijo multicolor, el hallazgo surge cuando entre tantas cosas algo se destaca y nos llama la atención. 
Un borde que se asoma, parte de una etiqueta, un logo que nos resulta familiar o una silueta que reconocemos, son el indicio de que debemos indagar más e ir al rescate del objeto que buscamos y apreciamos.
Y, para quienes coleccionamos, cuanto más desorden o acumulación, mejor: la sensación del inminente descubrimiento es inmejorable.
Muebles, cajas, cajones, bolsas, estanterías y, sobre todo, rincones y espacios casi ocultos son como un imán que nos atrae y nos lleva a explorar.
El objeto encontrado se nos aparece a veces deteriorado y casi siempre muy sucio. Esto no inhibe la alegría del encuentro y la sensación de haberlo ¡rescatado!


Cajones, ¿repletos de tesoros?
Almacenar las cosas encontradas, su limpieza y/o restauración, ayuda a preservar y dar brillo a lo que vamos a atesorar.
Clasificar el grupo de objetos, identificar a cada uno de ellos y rotularlos, organiza el conjunto y lo jerarquiza, definiendo la colección.


Valija con Pukys

Agrupar los objetos con atributos comunes, vincularlos, va dando identidad a la colección y la define.
Asociar cada una de las cosas a una fecha aproximada o datarla con exactitud ayuda a contextualizarla en un momento histórico-social. Para esta tarea, las publicidades son muy buenas herramientas.
Así, podemos, en tres pasos, nombrar las acciones que jerarquizan a un objeto como coleccionable:

  1. Identificar, rotular
  2. Registrar o incluir en un catálogo
  3. Almacenar en forma ordenada o exhibir de manera prolija
Catalogar una osa

La muestra de los objetos más preciados puede ser muy atractiva, con unos que se eligen como predominantes y otros vinculados que suman interés al conjunto.
¡Ya iniciamos una colección!
Ahora, empieza la búsqueda del objeto único que... aumenta, completa, enriquece o distingue nuestra colección.

Cosas de muñecas en una mesita





El conjunto de objetos se arma como colección

En el conjunto de objetos que recopilamos, hay variedad: las cosas que ya teníamos se mezclan con los nuevos hallazgos. 
Las que son propias desde hace tiempo, fueron guardadas por alguna razón... Porque evocan una experiencia pasada, son recuerdos de algún viaje, nos las regalaron para alguna ocasión especial o pertenecieron a un ser querido. Las atesoramos porque se asocian a momentos gratos.
Alguna cualidad las vincula y por ella las agrupamos: juguetes de la infancia, vinilos de los tiempos pop, postales recibidas desde lugares remotos, bijouterie de otras modas, frascos de perfumes ya vacíos que nos apenó tirar porque son bonitos... y tantas otras cosas.
Unas nos resultan más entrañable que otras, despertando nuestro interés por la búsqueda de elementos similares. Y así añadimos más a lo ya atesorado.
Es el momento de elegir entre estos objetos y darles el aspecto de una colección. Vamos al paso a paso para jerarquizar el conjunto y darle atractivo.

0 - Las acciones previas a incorporar un elemento al grupo son las que buscan darle una mejor presentación: aseo y/o restauración
Las opciones son muchas pero, dependen de la particularidad de cada objeto y del material del que está hecho. Para la limpieza, es posible desde un lavado con agua y jabón hasta la necesidad de consultar a un especialista. Lo importante es, ante la menor duda, evitar acciones que luego no puedan deshacerse y perjudiquen aquéllo que tanto apreciamos. Algo similar ocurre con la reparación, si es que está deteriorado: a veces alcanza con un par de puntadas o una cantidad mínima de pegamento pero, puede suceder que la restauración sea más compleja y necesitemos asesoramiento. Nuevamente, no avanzar hasta no estar seguros de que la intervención es la correcta.
Estas recomendaciones surgen de la experiencia (aunque, no de la buena): en el afán de mejorar algo, se estropea al objeto de tal manera que luego es irrecuperable. Nos pasa a todos alguna vez. Tal vez por ser impacientes, o inexpertos o algo imprudentes pero, sobre todo, ¡por ser entusiastas!


Cepillar un oso

1 - En el grupo, los elementos se vinculan por algún atributo común que define y da nombre a la colección. Enlazar a ella una nueva adquisición supone identificar (datar, rotular), obteniendo toda la información posible. Etiquetas o marcas distintivas facilitan la tarea, así como las búsquedas en bases de datos, catálogos, publicidades, imágenes y otras fuentes disponibles en la web. Hay sitios y páginas que desarrollan temáticas asociadas a casi todos los coleccionables. 
Tomar nota de los aspectos distintivos de cada objeto, otorgarle un nombre, y numerarlo, lo ubica y organiza el conjunto.


Publicidad Revista Billiken, c 1962
Mi Mascarita

2 - La sistematización de los datos que tenemos de cada objeto, es útil a la hora de catalogar la colección.  
Si bien existen diversos catálogos para su consulta, es bueno elaborar uno propio, incluyendo listas de cotejo, que nos permita hacer un seguimiento de la colección y nos oriente en la búsqueda de lo que todavía nos falta para ampliarla o completarla.
Es relativamente fácil hallar catálogos de los coleccionables de mayor difusión o de marcas reconocidas, sobre todo por la alta cantidad de seguidores.
En cambio, es más difícil hacerlo en colecciones poco tradicionales u originales. En este caso, la sugerencia es ir armando un catálogo a partir de los propios hallazgos. Puede compartirse en grupos afines o en las redes sociales e ir avanzando en su construcción en forma conjunta.


Página Catálogo Muñecas Argentinas


3 - En la medida en que vamos jerarquizando las cosas como objetos de colección, es importante decidir en qué condiciones los vamos a preservar.
La primera intención es tenerlos a la vista, a mano, o en espacios de fácil acceso, para disfrutarlos.
Esta decisión depende, otra vez, del tipo de objeto. Y además, del espacio disponible, que no es un tema menor.
Polvillo e insectos son enemigos comunes a la mayor parte de ellos, sobre todo si los materiales con los que están hechos de origen orgánico. Por otra parte, hay elementos que deben cuidarse de ser expuestos a la luz del sol, a cambios bruscos de temperatura o altos porcentajes de humedad ambiente.
En cuanto al espacio, los objetos pequeños son relativamente fáciles de ubicar, así como los grandes, si el conjunto es de pocos elementos. Esto es así sólo en un principio... porque todos sabemos que las colecciones tienen un crecimiento continuo y lo acotado suele durar poco: ¡siempre agregamos algo más! 
La sugerencia es hacer muestras temporarias, en algún espacio que destinemos para nuestro grupo de objetos preferidos. Podemos seleccionar algunos y luego de un tiempo, cambiarlos por otros, a modo de rotación.
Cuidemos que el estado general, sobre todo de higiene, sea muy bueno antes de guardarlos con esmero.  
Cómo almacenarlos depende de sus cualidades. En general se eligen contenedores que mantengan a los elementos secos y protegidos de la luz: cajoneras, cajas y maletas son una buena elección para objetos de papel, pasta, madera, tela o lana, a los que es bueno añadir un insecticida suave y de manera indirecta. En estos casos es importante evitar los plásticos y utilizar envoltorios del mismo material. Como siempre, la consulta especializada tiene las mejores respuestas para cada caso. 



Organizada la colección, podemos complementar los datos que tenemos con otros nuevos, para saber más acerca de lo que tenemos: la tasación del objeto. Comparar a cada elemento con otros similares, nos permite estimar su valor aproximado, atendiendo a variables como su estado de conservación, si está completo o conserva todos sus accesorios y su originalidad o rareza, entre otras.


Ahora sí, y con lista de cotejo en mano, ¡continuemos la búsqueda de aquéllo que nos maravilla!

martes, 10 de febrero de 2015

Coleccionismo y hobbies: el placer del tiempo libre

El coleccionismo es una búsqueda, un itinerario en el que mapa se dibuja a cada paso.
Lo esperado es grato y lo inesperado sorprende.
Es un continuo viaje hacia el descubrimiento del objeto que maravilla. 


Niñita de terracota

Cada hallazgo nos impulsa a continuar buscando... Lo que no encontramos se vuelve más preciado y renueva las intenciones de continuar... ¡una vez más!


Bebé de terracota

Buscar y encontrar; recopilar y almacenar; restaurar; identificar... son todas acciones que nos define como entusiastas coleccionistas, a la vez que son cualidades que nos empareja en un grupo imaginario que tiene en común la pasión por descubrir y atesorar objetos que valoramos como maravillosos.


Osito polvera Schuco

Ser coleccionista es todo esto y mucho más: un espacio y un tiempo propios. Espacio y tiempo que pueden abrirse a otros coleccionistas, entendidos como compañeros de ruta en la búsqueda continua de lo sorprendente. Compartamos nuestras experiencias con otros entusiasmados ¡buceadores de lo increíble!