viernes, 28 de octubre de 2016

Un espacio propio: la sala de muñecas

Ser coleccionista es todo un aprendizaje...
Pasar de juntar cosas a organizarlas: identificar, catalogar, agrupar o clasificar...
La tarea es enorme y lleva mucho tiempo pero..., ¡es fascinante!


Cuando los objetos están a la vista es cuando podemos apreciarlos. Sin embargo, es cuando se deterioran por la acción de la luz, el polvo, la humedad y, por qué no, ¡los insectos!
Por todo esto, es necesario guardarlos para poder conservarlos el mayor tiempo posible...

Muñeca Miluplast (izq.) y Marinín (der.)
Ambas en plástico y plastisol y con vestuario original
Es cierto que cajas de cartón, envoltorios de papel o bolsas de tela preservan los juguetes y muñecos del potencial daño ambiental. Más aún dentro de cajoneras, armarios y roperos...
También es cierto que así... no los vemos. Entonces, ¿cómo disfrutarlos?

Bailarina Ideal, toda original
Material: plástico y plastisol
Lo ideal es que tengan un espacio propio, en estantes o vitrinas en los que puedan lucirse y, a la vez, estar cuidados y protegidos.
Éste fue mi proyecto, y todavía lo es... 

Bebés de composición. Atrás (izq. a der.): Unmarked y UKA.
Adelante (izq. a der.): Famil, Imos, Famil, Ada Rosa
Ir armando una sala de muñecas y juguetes, en sencillas escenas, para que todos y cada uno se luzcan...
Al mismo tiempo, el espacio y su organización facilita el poder oscurecer el ambiente, cubrir los objetos y mantener una temperatura media sin variantes...

Muñecas PielRose, en distintos modelos y tamaños

Muñecos Ellerys (Rayito de Sol)
(Excepto bebé en cochecito)
De la idea inicial a hoy, hubo muchos avances. Todavía falta... y, de alguna manera, es lo apasionante: ¡continuar haciendo!


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