Coleccionar
figuritas es una actividad relacionada con la infancia, presente en
las “figus” que tienen hoy los chicos y en las horas pasadas,
“jugando a las figuritas” en la propia y lejana niñez.
Los
recuerdos son gratos a la memoria (para quienes las palabras “cara
y ceca”, “late y nola”, “pilón de repes”, “te la
cambio”, “la difícil” y “album lleno” suenan familiares)
y cargan de
afectividad esta posibilidad de pensar la actividad como proyecto
adulto, apreciando el coleccionismo, como actividad de goce del
tiempo libre e invitan a recopilar relatos y anécdotas, que tienen
en común el mismo país y el mismo afecto entrañable por las
figuritas de colección.
Las
primeras estampas, impresiones con relieve, muestran imágenes de
animales, trajes típicos del mundo, religiosas, escenas de cuentos
tradicionales y relatos populares. Los diseños impresos de imágenes
victorianas troqueladas llegan al país desde Europa.
Figuritas
alemanas, inglesas y más tarde españolas, impregnan de colores
vivos el mundo de imágenes para las niñas que las atesoran
generalmente en cajas y más tarde en cuadernos de recortes.
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Figuritas de Cristina M. |
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Figuritas troqueladas de Patricia B. |
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Cromos de Patricia B. |
Hacia
mediados del siglo XX comienzan a circular las figuritas con
brillantes, pequeñas maravillas visuales para conservar, cambiar y
jugar. Agrupadas en planchitas, una impresión de troquelado que las
unía con pequeñas tiritas de papel que se cortaban para separar
individualmente las figuritas.
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Plancha de figuritas con brillantes |
A
esta actividad eminentemente femenina se suman los varones cuando
aparecen en el mercado las redonditas de fútbol, deportivas e
imágenes de superhéroes ampliando el gusto por las figuritas a toda
la infancia.
Los
álbumes surgen como elemento donde las figuritas, que ya entonces se
vendían en sobres, podían pegarse hasta completarlo, sumando al
juego el interés por las más difíciles.
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1964 Caperucita Roja |
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Página álbum Caperucita Roja |
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Sobre figuritas Caperucita roja |
Desde
entonces y hasta hoy, las figuritas permanecen y se renuevan,
satisfaciendo los intereses lúdicos de niños y niñas argentinos
que las atesoran con un entusiasmo que no cambia.
Éstos son algunos de los álbumes que atesoro:
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1965 |
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1968 |
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1970 |
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1975 |
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1979 |
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1981 |
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1981 |
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1984 |
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1985 |
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1985 |
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1988 |
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1989 |
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1990 |
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1990 |
Y vos, ¿cuáles coleccionaste?
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